¿Quién Es Jesús?

JESÚS, EL AUTOR DE NUESTRA SALVACIÓN

Hace 2000 años la figura más controversial de la historia nació en un pesebre. Todos hemos escuchado esta historia. Dios, hecho hombre, se sacrificó para pagar los pecados del mundo y por ese sacrificio ya no estamos separados de Dios y Su bondad.

Estábamos condenados por el pecado, separados de Dios y teníamos cortas las riquezas de Sus bendiciones. Pero por el gran amor de Dios, Él mismo se cubrió de humanidad y vino a la tierra como un simple hombre, Jesús. Vivió entre nosotros y se sacrificó a sí mismo, todo por Su gran amor. El costo de nuestro pecado fue Su vida, y Él dio su vida para que por medio de Él recibiéramos la salvación.

Juan 3:16, una de las escrituras más famosas, ilustra esto: “Tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” Jesús se convirtió en el puente entre la humanidad y Dios para que podamos tener relación con el Padre. Él es nuestro Salvador, nuestro Sanador y nuestro Amigo.

Jesús vino para que tengamos una vida abundante. Vino para cargar nuestras debilidades, nuestras enfermedades, nuestro dolor, para que podamos caminar en total libertad, paz, poder y propósito.

Jesús es más que un personaje histórico o un gran maestro que vivió alguna vez. Él ha conquistado la muerte para que tengamos vida. No tenemos que ganarnos su amor ni la salvación, es un regalo gratuito, disponible para todo el que cree. Jesús quiere tener una relación personal con nosotros. Todo lo que tenemos que hacer es recibirlo por fe e ir a Él tal como somos.

Bautismo en agua

Una vez que toma la decisión de seguir a Cristo, le animamos a tomar el siguiente paso de fe: el bautismo en agua. El agua en sí no es especial, pero simboliza que ya ha sido enterrado el viejo hombre, y resucitado en Cristo para caminar en Su poder, propósito y amor.

Mi nueva vida en Cristo

Ahora que ha tomado la decisión más importante de su vida, es importante hacer algunos cambios para seguir bien con Cristo. Primero, haga de hoy un día de nuevos comienzos, ¡y no mire más para atrás! Sepa esto: Dios le ha perdonado y ha olvidado su pasado y tiene un futuro brillante para usted. Romanos 8:1 dice que no hay condenación para los que están en Cristo Jesús. Cuando las voces de condena le recuerden su pasado, no olvide que Dios ya no recuerda su pecado. La Palabra de Dios dice que tan lejos como es el este del oeste, están sus pecados de la memoria de Dios.

Segundo, dénos un año de su vida y comprométase con nuestra Iglesia que es donde podrá crecer su fe. Rodéese de otros creyentes y amigos que le animarán en esta nueva vida que emprende. Le animamos a traer a sus amigos para que ellos también puedan aprender y crecer en su fe igual que usted.

Finalmente, le animamos a involucrarse en algún ministerio que es donde aprenderá los fundamentos de lo que es caminar con Dios. Únase a nosotros y descubra las hermosas promesas y bendiciones que Dios tiene para Sus hijos.